Tengo claro que por circunstancias personales durante un tiempo no voy a poder elegir los conciertos a los que asistir, sino que van a ser estos quienes me van a elegir a mí y que se tienen que dar varios condicionantes (que son unos cuántos) para acercarme a presenciar a una banda en directo. También es verdad que desde hace tiempo cada día me voy alejando más de ese circo que hay montado en torno al rock y a los conciertos en particular, pero no puedo evitar disfrutar de la música en directo, así que, y siempre que pueda, seguiré haciendo mis escapadas nocturnas para ver a mis bandas favoritas o comprobar como se defienden sobre el escenario bandas más jovenzuelas, y sí, es verdad que el tiempo pasa inexorablemente para músicos y público, todo envejece y eso se refleja en la actitud de unos y otros, pero siempre hay un encuentro con algún amigo que hace tiempo que no ves, unas risas verdaderas o una buena borrachera, y si no hay nada de esto, siempre nos queda la música.
Mi primer encuentro con The Dream Syndicate fue a finales de los ochenta a través de un directo que se titulaba "Live At Raji´s", todavía guardo aquella cassette que durante un tiempo escuché muchísimo. Lo bueno de The Dream Syndicate es que en esta segunda etapa tras su reunión han editado cuatro discos bastantes buenos, y con algunas canciones que son capaces de competir con sus clásicos de los ochenta. Así que tuvimos una primera parte en la que abundaron temas de su última etapa: "Bullet Holes", "Everytime You Come Around", "How Did I Find Myself Here" o "Glide" con alguna joya de sus primeros años como "Burn" con la que explotaron todas las cualidades de la banda. Hicieron un descanso de quince minutos y regresaron para tocar en orden su álbum más reconocido: "The Days Of Wine & Roses", publicado en 1982, con estupendas interpretaciones de "That´s What You Always Say", "Halloween", y sobre todo un impresionante "Days Of Wine & Roses" con la que cerraron el show para regresar con un par de bises de otras dos de sus canciones más conocidas: "Still Holding On To You" y "Boston".
Fue un enorme concierto en el que estos veteranos demostraron que siguen teniendo canciones, actitud y la experiencia curtida por cientos de noches sobre un escenario, con especial mención a un increíble Jason Victor que con sus solos lograron acentuar la nostalgia y emocionar a un público incapaz de apartar la mirada de lo que salía de su guitarra. Solo un pero, dedicado a los señores que dirigen la mítica sala El Sol, seis euros por un tercio de cerveza es un auténtico robo, ya sé que el rock ya no es contracultura pero tampoco es para hacer creer a esos viejos rockeros que en vez de estar en un garito de rock están en el Teatro Real meneando alocadamente sus joyas.
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