sábado, 2 de abril de 2022

"Cinco discos para recordar un mes" (Marzo 2022)"

Hace mucho tiempo apuraba una noche con un amiguete mientras tomábamos la última copa en un tugurio desde el que a través de un ventanal veíamos amanecer y la rutina mañanera de un viernes que nos amenazaba con el regreso a casa. Después de dar un trago, me miró seriamente y me dijo una de esas frases que sin saber por qué se te quedan grabadas de por vida: "¿Sabes por qué me gusta la noche?, porque por la noche toda la escoria y la gente normal están en casa durmiendo: los niños, los abuelos, los currantes, los que quieren dominar el mundo...etc". Lo cierto es que por aquella época ni teníamos hijos, ni trabajo fijo, y en verdad tampoco aspirábamos a tenerlo, lo bueno era vivir en ese otro mundo en el que los otros dormían para supuestamente hacer girar la maquinaria al día siguiente. Soledad Puértolas relató en uno de sus relatos a un personaje que era incapaz de dormir por la noche porque en su silencio intentaba "recuperar las horas del día que no había sabido vivir". Y eso es lo que tiene la noche, el encuentro con uno mismo en su soledad cuando los ruidos se han desvanecido o ese bullicio en el que las calles resplandecen en su oscuridad; y en ambas situaciones, ahí está la música, dando forma a la banda sonora de nuestras vidas, acompañando nuestros pensamientos o haciéndonos brincar, saltar y disfrutar, porque es por la noche cuando la música cobra todo su sentido.  

1) Bastards Of Soul - "Corners": Y nada mejor que comenzar con esos sonidos que sobre todo encuentran su espacio en la oscuridad, música para el alma cantada desde lo más profundo de la garganta. Segundo álbum de esta banda de soul, tras aquel "Spinnin" del 2020, y que se ha convertido en un disco póstumo por el fallecimiento de su cantante el año pasado, Chadwick Murray, que con tan solo 45 años y un prometedor futuro nos dejó tras una repentina enfermedad. Demasiado reciente para poder separar la nota trágica que acompaña la edición de este disco con su escucha, pero de lo que estoy seguro es que este álbum se ha convertido ya en uno de mis discos favoritos de soul y que lo guardaré en la estantería junto a los de Otis Redding, Sam Cooke y demás leyendas que a buen seguro recibirán a Chardwick Murray allá donde vaya.