Y otro que inesperadamente se nos marchó fue Tom Petty, a los 66 años y después de sufrir un infarto cardiarco mientras estaba en su casa de Malibú.
Yo con Tom Petty tengo mi particular verano del 89 en el que su disco
"Full Moon Fever" acompañaba mis escapadas nocturnas y me despertaba a
mediodía para ver el mar y curar mis resacas con la compañía de aquellos
amigos que son tus mejores aliados cuando todavía no has cumplido los
veinte y el mundo es tan abarcable que hasta te lo puedes fumar. El otro
día cuando me enteré de su muerte por el whatsapp, y seguramente
motivado por ese sentimiento de fragilidad que se nos instala en el
cuerpo cuando alguien al que has admirado desaparece, busqué entre mis
cosas aquella cinta de cassette..., fue verla y sentir como si fuera mi
tiempo el que también se esfuma y que aquellos a los que considera
intocables como David Bowie, Lou Reed o ahora Tom Petty se llevan sus
cuerpos dejándonos no sólo sus canciones sino también los mismos
recuerdos que marcaron nuestro tiempo y algunas de nuestras decisiones
de juventud, por eso tenemos la infinita sensación de que algo debería
de ser eterno, de que esos "amigos" deberían ser inmortales y así de
paso nuestros pequeños mundos no tendrían miedo a derrumbarse.
"Escribimos para justificar nuestra existencia y comprar un billete de lotería para la inmortalidad que, por supuesto, nunca resultará premiado" Elliott Murphy
Mostrando entradas con la etiqueta Tom Petty. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tom Petty. Mostrar todas las entradas
lunes, 16 de octubre de 2017
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)