Vivimos en un mundo estresado, como si todo se resolviera agobiando nuestras mentes ante respuestas que en la mayoría de los casos no dependen de nosotros mismos, una forma de vida que en cierta medida es alimentada por aquellos que controlan el mundo y que además han decidido imponer al resto de los mortales para esclavizar nuestras conductas e implantar el estrés a cualquier actividad cotidiana, haciéndonos olvidar que lo único que la vida nos ha proporcionado a todos es nuestro tiempo, y que este además es finito. Recuerdo que cuando era niño y más joven solo sentía las prisas cuando iba al colegio, siempre apurando, siempre llegando corriendo cuando desde la calle oía sonar el timbre; ahora, cuando miro a mi alrededor, y ya instalado en este puñetero mundo adulto, parece que todo ha de ser conseguido apoyándote en un estado de ansiedad constante en el que cuando tienes un problema te encuentras con un muro de voces inútiles, gestos estériles y oídos sordos para que sigas corriendo antes de que el timbre finalmente suene. Y lo cierto, es que a veces, y si se puede, lo mejor es dejarlo sonar si con ello puedes evitar que la inevitable fragilidad del paso del tiempo impida recrearte en que estás viviendo. De momento aquí os dejo lo que dio de sí este mes esperando que sirva para explorar vuestra imaginación y relajar con alguna canción ese mundo estresado en el que pretenden que vivamos.
1) The Attention Seekers - "Seven Bridges": Se acaba el año y cuando uno ya no espera encontrar un disco que le sorprenda aparece un trabajo de esos que aunque no nos ofrezca nada nuevo, sí lo hace con composiciones estupendas de sonidos americanos y folkies mil veces explorados pero que nunca parecen encontrar su techo. Grandes canciones que transmiten buen rollo como la magnífica "The Girl With The Jukebox Mind" con la que abren el álbum, "Chain Reaction", "Is It Too Late" o "Passing Ships", un grupo que nos llega desde Newcastle con Alan Fish a los mandos de este y al que a partir de ahora habrá que seguirle la pista.