Mostrando entradas con la etiqueta The Airbone Toxic Event. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta The Airbone Toxic Event. Mostrar todas las entradas

domingo, 31 de mayo de 2020

"Cinco discos para recordar un mes" (Mayo 2020)"

A veces los acontecimientos te atropellan y tu mente se convierte en una confusa red de ideas que no eres capaz de ordenar. Cargas con estas y te exigen que mantengas la calma para abordar todo lo que te supera. Eso es lo que he experimentado este mes, primero fueron mis suegros en Abril a los que les agarró el virus, más tarde a mis padres que se les complicó con otras enfermedades. Hace tres semanas, y después de uno de los días más eternos de mi vida, dejé a mi padre y a mi madre hospitalizados, uno por la mañana y al otro por la tarde. De vuelta a casa, por la noche, una soledad infinita mantenía mi silencio dentro del coche en el que no había espacio ni siquiera para la música, atravesé mi ciudad sitiada por la oscuridad y el vacío con una sensación de que todo estaba oculto, de que la vida había desaparecido como lo hacían mis propios recuerdos invadidos por la angustia del momento al que me estaba enfrentando. Ahora, los cuatro se han ido recobrando, y por suerte esa confusa red de ideas se va poco a poco normalizando mientras los peores escenarios que mi imaginación atisbaba se van, también, disipando.

Es solo mi opinión, pero cuando comenzó esta particular guerra tenía la confianza de que cuando el mundo se parara, y el confinamiento nos obligara a estar con nosotros mismos, nuestra sociedad saldría reforzada, con una visión crítica hacia la velocidad con la que vivimos y ante las absurdas preocupaciones que nos enfrentan a unos con otros. Ahora pienso que ha sido una oportunidad perdida, que incluso la humanidad saldrá más aborregada, que los que dicen ser de izquierdas serán más extremistas y que lo mismo pasará con los que afirman ser de derechas, que seguiremos banalizando las muertes y los sufrimientos de la gente mientras no nos toquen de cerca y solo tengamos la necesidad de ser el primero en tener sitio en una terraza o ser el más preparado para salir a correr por las mañanas. Los medios de comunicación mandan, introducen chips en la población y ciegan los ojos del que quiere abrirlos; cómplices, los políticos juegan con sus egos y nos hablan de números mientras los medios acallan la realidad con aplausos, sonrisas, y el "sí se puede" como si estuviésemos jugando un mundial. Las cifras no oficiales apuntan cerca de 50.000 muertos y 2 millones de contagiados, miles de personas con secuelas, cientos de imágenes ocultas para no dañar al pobre espectador, pequeños empresarios y trabajadores arruinados, más hambre y miseria y por supuesto más enfermedades mentales..., pero lo más importante parece ser cuándo podremos bañarnos en una playa o poner la toalla en la arena. Ese es el reflejo de nuestra sociedad, tan cobarde y acomodada, como incrédula y ciega. En fin, siento haberme explayado, vayamos con la música, seré breve que debería mirar por Amazon una puta sombrilla para el verano.