Mostrando entradas con la etiqueta Amythyst Kiah. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Amythyst Kiah. Mostrar todas las entradas

jueves, 8 de julio de 2021

"Cinco discos para recordar un mes" (Junio 2021)"

Pues ya está aquí otro verano más, y aunque la incertidumbre nos siga acompañando habrá que salir, viajar y divertirse dentro de nuestros límites y con la mirada puesta en el otoño que seguramente será cuando veamos hacia donde se decanta este virus. Mientras seguiremos demostrando que el ser humano no aprende, que tropezamos una y otra vez en la misma piedra aunque nos empeñemos en disfrazarla. Vamos con lo que nos ocupa, más música para seguir avanzando...
 
1) Jesse Marchant - "Antelope Running": Jesse Marchant fue uno de los artistas que inauguró este blog allá por el año 2015 y desde entonces es uno de mis cantantes favoritos. Escuchar sus discos es como sumergirte en otro mundo y sentir que el tiempo se detiene para experimentar esa nostalgia que te provocan unas historias y una música que una vez escuchadas son también tuyas. El trayecto no es inmediato, de hecho, y a pesar de que ha sido el disco que más he reproducido estos días, todavía sigo descubriendo nuevos detalles y nuevas emociones en canciones tan mágicas como "An Accident...", una joya en la que nos cuenta la experiencia de un accidente que tuvo desde tres perspectivas: la suya, la de su hermano y la de su madre; o si no "Go Lightly", que arranca con un falsete y que se desliza entre clarinetes a través de una voz que envuelve la melancolía como el que empaqueta sus sentimientos para hacerlos universales. Por el camino nos vamos encontrando con la calma tensa de "Antelope Running", o esas maravillosas tonadas que son "Hatchet Of Destiny", "Century" o "I Never Knew"..., y sí el álbum comienza con la estupenda "Hard To Say The Meaning", todo remata con una de esas joyas imperecederas que es "The Stream Rushes On". Músico y poeta, Jesse Marchant consigue de nuevo que una vez que te adentras en su música el mundo siga girando por su lado mientras tú, oyente y poseedor por unos instantes de esas canciones, avances por otro camino mientras vas soñando en compañía de tus propios pensamientos y de una voz que es capaz de aletargar la velocidad del tiempo.