Mostrando entradas con la etiqueta Chencho Fernández. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chencho Fernández. Mostrar todas las entradas

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Discos 2020

Sinceramente, no disfruto mucho haciendo estas listas navideñas con lo mejor que he escuchado a lo largo del año, aunque bien es verdad que me gusta escarbar en las que veo por ahí y sobre todo en las que elaboran conocidos y amiguetes con los que comparto gustos, y con los que durante estos meses hemos intercambiado el entusiasmo que supone encontrarte con una pequeña joya escondida o uno de esos lanzamientos de nuestros artistas favoritos que a veces logran superar nuestras expectativas..., o no. Este año la reduciré a veinte, no más que una enumeración de nombres que bien podrían ser suplidos por otros que a continuación cito, y siempre con la idea de que debería haber un espacio para ese disco que se me escondió o que no supe darle la escucha necesaria para que entrara a formar parte de mi banda sonora de este extraño 2020..., estos son algunos de ellos...
 
1) Bruce Springsteen - "Letter To You"
2) Bob Dylan - "Rough And Rowdy Ways"
3) Michael McDermott - "What In The World" 
4) Robert Jon & The Wreck - "Last Light On The Highway"
5) The Harmed Brothers - "Across The Waves"
6) Dave Kuchler - "It´s Pronounced"
7) Ron Pope - "Bone Structure"
8) Brian Dunne - "Selling Things"
9) Chencho Fernández - "Baladas de Plata"
10) Taimi Neilson - "Chickaboom"
11) Phoebe Bridgers - "Punisher"
12) The White Buffalo - "On The Window´s Walk"
13) Will Hoge - "Tiny Little Movies"
14) Temperance League - "Dust Parade"
15) Woods - "Strange To Explain"
16) Bill Fay - "Countless Branches"
17) Jason Isbell & The 400 Unit - "Reunions"
18) DeWolff - "Tascam Tapes"
19) Marcus King - "El Dorado"
20) Ryan Adams - "Wenesdays"

miércoles, 1 de abril de 2020

"Cinco discos para recordar un mes" (Marzo 2020)"

Cinco discos para recordar un mes que nunca vamos a olvidar, los días en los que nuestras vidas se enfrentaron a la desconocida fragilidad de un mundo que creíamos que nos protegería de nosotros mismos. Como una torrencial lluvia el virus inundó nuestra pequeña existencia, esa que habíamos ido construyendo sin contar con que el universo nos tenía preparada una lección para que aprendiéramos que no somos eternos, solo cuerpos vagando con un destino al que tarde o temprano nos enfrentaremos...; y ahí estábamos nosotros, los occidentales, tan alejados de la hambruna y la pobreza del Tercer Mundo; nosotros, que aparentábamos ser el epicentro de la sabiduría, que pensábamos que nunca seríamos juzgados y que nunca miraríamos con los ojos cerrados, abrimos ahora nuestras ventanas y aplaudimos con los ojos llorosos con esa sensación de vulnerabilidad que parece romper en mil pedazos nuestros cuerpos.

A todos nos pasará factura, perderemos a gente querida injustamente despedida, números sin rostros de una generación que nos enseñó a valorar la vida y el trabajo, y todo esto sin habernos preparado a sentir la pérdida. Y no tendremos más remedio que vencer a la tristeza, escondernos tras nuestras sonrisas hasta que estas sean verdaderas y asumir que la muerte y la vida conviven juntas, y que el tiempo pasará muy deprisa. Todo llegará, y espero que también tengamos la ocasión de ajusticiar a quiénes pusieron sus egos y espejos sociales por encima de nuestros muertos, aquellos que cuando esto pase se sigan considerando inmortales, entonces levantaremos nuestros manos y bailaremos con una copa en la mano, nos abrazaremos y cantaremos que los sueños pueden devolvernos la alegría y hacernos tan libres como nuestras circunstancias nos lo permitan. Pero nunca olvidaremos. De momento pongamos una canción...