martes, 27 de diciembre de 2016

Bruce Springsteen - "Highway 29" (montaje subtitulado, 1996)

Aquí dejo este videomontaje que he hecho con la letra incrustada de una historia repleta de imágenes. Ésta es una de esas pequeñas canciones que Bruce Springsteen va repartiendo en sus discos y que suelen pasar desapercibidas hasta que prestas atención a la historia que nos está contando. "Highway 29", que bien podría ser el boceto para una película negra de serie B, es un relato de como nuestro protagonista siente un mundo amenazante a su espalda hasta que encuentra en una chica la excusa perfecta para sacudirse sus miedos y perderse en la que puede ser su última oportunidad de soñar en vida lo que ésta ha ido apagando lentamente en su interior. Una pequeña joya olvidada.

Beth Hart – Fire On the Floor (2016)

Este disco cayó en mi redes hace tiempo, nunca le había prestado mucha atención a esta tía y de hecho cuando escuché "Fire On The Floor" esperaba encontrarme un buen disco de blues, pero lo que me he encontrado es una joya. Este disco es un paseo por todos los garitos que nos podamos imaginar, es mezclar ginebra, tequila, whiskey y cerveza y sentir que tu cuerpo lo acepta todo, es viajar desde un club de jazz de los años cuarenta hasta acabar en un discoteca de los setenta, o encontrarte en una pradera rodeado de porretas mientras tu cabeza se balancea al ritmo de un emocionante blues.


Pero no son sólo las canciones, es la manera de interpretarlas, de como maneja su voz en cada fraseo, esta tía se ha merendado a Etta james, Janis Joplin, Amy Winehouse y a Norah jones, las ha metido en un cubilete y se las ha tragado. La primera parte del disco avanza por esos locales repletos de humos y chulos de pacotilla (Jazz Man, Love Gangster, la sensual Coca Cola y Let´s Get Together donde el blanco y negro da paso al color y nos encontramos meneando nuestro cuerpo bajo una bola de espejos). En la última parte disco nos adentramos en la nostalgia con unas baladas que cortan la respiración: "Good Day To Cry", "Picture In A Frame" y ese final maravilloso que es "No Place Like Home".

"Una Animación en 3D"

Hace algún tiempo tuve que hacer una animación en 3D imitando el flexo de Pixar, yo lo hice a mi manera. Seguramente nunca me he pasado tanto tiempo al ordenador para hacer un minuto de vídeo, para crear aquel flexo de la nada, darle movimiento, montar la música, crear el fondo...etc. El otro día me lo encontré en uno de los cds que acumulo y me recordó porque desde entonces ya no veo las películas de animación con los mismos ojos, gracias a esas horas de creación descubrí lo que cuesta hacer un simple movimiento y que parezca real. Así que lo postproduje para que se pudiera ver en pantalla de 16:9 y lo subí a "you tube" para tenerlo a mano. En realidad, y aunque fue entretenido, me sirvió para darme cuenta que aquel programa con el que lo hice, el 3D Max, no estaría mucho tiempo instalado en mi ordenador, aquello requería demasiado esfuerzo y conocimientos que yo no tenía, y sobretodo demasiadas horas que debía emplear en seguir viviendo.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

"La Caja de Cartón"

Hay una luz que se enciende cuando su pequeño cuerpo se acerca a la ventana, ella mira a través de sus enormes ojos buscando un rayo de color, o una lluvia de verano, o un nuevo sol que le ciegue la mirada. Su dedo índice señala más allá de las nubes intentando encontrar lo que yo ya había olvidado buscar, entonces su dulce rostro choca con el mío, yo miro la inocente expresión de su descubrimiento, acaricio su cabeza y nos sentamos juntos en el suelo.

Más tarde la llevo en mis brazos mientras bajamos las escaleras, ella chapurrea palabras que no hace falta ser entendidas para ser comprendidas mientras yo repito sus gestos. Abrimos la puerta, sus pies tocan el suelo y su pequeña mano se pierde en la mía, caminamos juntos, yo sigo su paso, ahora los dos seguimos mascullando expresiones sin sentido, ella sigue repitiendo mis palabras y sus ojos siguen descubriendo ese mundo que se confunde con la visión de su propio universo imaginario.

Luego regresamos a casa, hoy vamos a jugar a un juego nuevo, cerramos los ojos e intercambiamos nuestras mentes: Ella soy yo y yo soy ella. Ahora yo coloco los cuadrados de juguete por colores mientras miro a través de la ventana intentando encontrar que el día se me descubra; me siento como una imagen que danza sutilmente por el cielo, que ha escondido prejuicios, conductas y pensamientos, que está de nuevo aprendiendo. El juego termina, ella gesticula con todos los músculos de su precioso rostro de niña, no le gusta lo que ha sentido, yo la elevo por encima de mi cabeza y reímos como si fuera la primera vez que lo hacemos juntos, luego volvemos al suelo y nos sentamos en cuclillas, ella señala una caja de cartón que se mece en una estantería, yo la alcanzo, la abrimos y descubrimos que en su interior no hay nada..., ella sonríe agradecida, y es entonces cuando me doy cuenta que por primera vez en mucho tiempo yo tampoco esperaba que hubiera algo dentro, y que aquella caja de cartón que por sí misma ilumina sus rostro infantil vive ahora también dentro de mi.

Marah, sala El Sol, Madrid 12/10/2016

La nostalgia es un sentimiento que remueve los recuerdos y que suele funcionar en el mundo del rock cuando se trata de la reunificación de bandas. El público acude en masa para comprobar si las mismas canciones con las que se identificaron hace años siguen ajustando las teclas de su memoria o si son capaces de recuperar los sueños de una juventud pasada.

Marah regresaba a Madrid con la formación original de los hermanos Bielanko, y ciertamente había en el ambiente algo de esa nostalgia de volver a encontrarse con una banda que hace años era señalada como una de las más prometedoras del rock americano; y en esas estábamos, recordando conciertos no tan lejanos en el tiempo, cuando empezó un recital tal y como debe de comenzar un concierto, con toda la energía de los músicos y la misma complicidad del público. Marah ha vuelto para demostrar que pueden seguir ofreciendo uno de los mejores directos que se pueden disfrutar en una sala, pero seguramente también para volver a sentir que el rock y la vida de la carretera sigue corriendo por sus venas.

domingo, 2 de octubre de 2016

"Perdidos En El Diluvio" (El Destino de Abraham Cero)


Hace aproximadamente unos veinte años se me ocurrió la idea de que debería de crear un mundo al margen de mi cabeza para que mientras aquella fantasía fuera tomando forma yo pudiera relajar mis particulares costumbres diarias y de paso rastrear en los ocultos pensamientos que mantenían mi mente alborotada. Así que compré un cuaderno de anillas y empecé a escribir con la intención de que una vez finalizada aquella historia esta pudiera perdurar en el tiempo y que además se aproximara a los sentimientos de todos aquellos que se sentían solos y confusos o que se encontraban al margen de lo real.

Por aquellos años, los escritores con los que compartía noches de insomnio voluntario y escuchas radiofónicas nocturnas eran Bukowski, Kafka, Raymond Carver, Boris Vian...etc, recuerdo además saldar mi deuda con una colección de clásicos del terror que había ido coleccionando años atrás, y el placer de sentarme en la hierba del Retiro y empaparme en un par de sentadas "La Insoportable Levedad del Ser" (¡Qué gran título!) y "Los Renglones Torcidos de Dios". Pero además de los libros y el cine, mi medicación para desconectarme del mundo y enfrentar mis sueños con la vida real siempre ha sido a través de la música, del rock como fuente de resistencia y supervivencia, y ahí estaban también en mi cabeza sus grandes letristas: Bob Dylan, Lou Reed, Neil Young, Tom Waits...etc, y como no, Bruce Springsteen, del que me atreví a extraer el título de la novela de unas de sus canciones a modo de pequeño homenaje por su compañía y mi admiración, una novela que un principio había titulado "La Sangre en Silencio". Y por supuesto también estaba Van Morrison que, musicalmente me llevó a recrear parajes al ritmo de su música dejando que el tiempo pasara y la novela avanzara con todas sus contradicciones como si fuese la vida misma la que la estuviera dirigiendo, y como si los personajes tomaran aquel mundo ficticio como algo real hasta controlar su propio destino.

miércoles, 6 de julio de 2016

Festival Mad Cool y Neil Young, Madrid 16 al 18 Junio

Fin de semana perfecto, yo que no soy asiduo a festivales he de reconocer que merecía la pena acercarse a la orilla del Manzanares simplemente por ver a Neil Young y The Who. Con lo que no contaba era con el trato estupendo de todos los trabajadores intentando de que hubiera buen rollo y dando soluciones a cualquier problema que surgía, y eso es de agradecer acostumbrados a que en otros festivales se trate al público como ganado. El enclave perfecto, más o menos bien comunicado, encima tuvimos la suerte de que el calor se alejó durante ese fin de semana y que el ambiente era fenomenal. Servicios limpios, cervezas y copas no demasiado caras, y posibilidad de poder comer lo que te apeteciera. ¿Qué más se puede pedir?, Ah, sí, buena música y que el suelo no se hundiera como predecían algunos agoreros y muriéramos ahogados en el estanque. Ésto fue lo que escribí la misma noche en que se acabó el festival:

"¡¡¡IMPRESIONANTE!!!, que conciertazo de Neil Young, escribo porque no quiero acostarme, quiero seguir sintendo ese "Like A Hurricane" en mis venas, quiero tomarme una copa más y sentir que la vida es un golpe de rock que te devuelve a pensar que durante dos horas y media estaba en el lugar donde tenía que estar, y que si me hubiera tragado el estanque habría sido feliz porque bailaba como un poseso agarrado a un sueño y no me hubiera dado cuenta que en esas aguas sólo había lodo y patos muertos.

lunes, 4 de julio de 2016

"Taxi Driver"

Hoy me he dado cuenta que han pasado cuarenta años desde que se estrenó "Taxi Driver" en los cines, casi nada...; en mi opinión, Robert De Niro hace su mejor interpretación, y eso que tiene grandísimas películas en las que nos sedujo con su talento, pero en "Taxi Driver" construye un personaje que va más allá del guión, esa sonrisa ladeada, esa dejadez en el caminar, esa mirada que es capaz de insinuar tantos pensamientos y de ocultar tantos otros. Recuerdo que la primera que la vi tendría yo unos quince años y me impactó tanto su forma de llenar la pantalla que luego la alquilé varias veces en el videoclub hasta que un día la echaron en la televisión y pude grabarla. Y recuerdo que la banda sonora me describía tantas imágenes que a veces solía aparecer por mi cabeza cuando paseaba de noche por la ciudad..., una película lenta, aburrida y sin sentido, como decían algunos de mis amigos; para mí una película fascinante que me removía por dentro y me hacía mirar al mundo con la precaución de que los límites y las fronteras era tan irreales como la seguridad de pensar que cuando te miras a un espejo los ojos que te devuelven la mirada son siempre los mismos.

¿Qué habrá sido de Travis Bickle durante estos cuarenta años?, ¿Se seguirá mirando al espejo repitiendo "Are you talking to me"?...

The Long Ryders - Sala el Sol, Madrid 26/04/16

Más de veinticinco años después, aquellos jovenzuelos que se hacían llamar "The Long Ryders" se volvieron a cruzar en mi camino. Y digo veinticinco años porque es el tiempo aproximado en que por primera vez los escuché en una época donde para conocer grupos nuevos tenías que desplazarte a una tienda de discos o tener la fortuna de que en la radio pincharan algo interesante y tuvieras el tiempo suficiente para encajar la cinta virgen en la pletina y darle al Rec.

Los que nos criamos sin internet recordamos aquellas búsquedas y aquellas tiendas que se repartían por el centro de la ciudad donde podías pasarte las horas muertas mientras rastreabas entre cajas de vinilos y cassettes  hasta que hallabas algo que buscabas o alguna portada que sedujese tu interés por descubrir algo nuevo. Así, conocí a esa hornada de bandas americanas que catalogaron como NRA (Nuevo Rock Americano): Jason & The Scorchers, The Dream Syndicate, Green On Reed, Tommy Conwell, The River Detectives, Lone Justice, Rain Parade, Georgia Satellites...y como no, "The Long Ryders"..., viejas cassettes de segunda mano que todavía conservo.

The Wild Feathers - Sala Galileo Galilei 14/05/16

Te levantas por la mañana, desayunas, llegas a la puerta de una sala donde te reparten la prensa del día y otras revistas, entras, te sientas en una mesa y un camarero se te acerca. Ahí surge la primera duda, no sé que pedirme, se supone que a pesar de ser las doce y media de la mañana dentro de unos momentos vamos a presenciar un concierto de rock, así que tiro de cerveza e intento mimetizarme con la oscuridad de la sala.

The Wild Feathers es un grupo de jovenzuelos de Tennessee por los que su discográfica ha apostado muy fuerte, y es que detrás de su innegable talento hay también una gran maquinaria de promoción que espero que no devore sus ganas de seguir explorando sus propias raíces, de hecho, ya me sorprendió que llenaran la sala Caracol la primera vez que actuaron en Madrid y de ver a tanta gente joven en aquel concierto. Ahora han editado su segundo disco, y lo cierto es que si el primero fue toda una revelación, este último no me termina de convencer, pero en directo sí que demostraron su calidad y su verdadera capacidad para disfrutar sobre un escenario haciendo que aquella extraña mañana de sábado grupo y público se deshizieran de sus legañas y convirtieran aquel concierto en una gran fiesta privada.