Dices que quieren matarte, que algo etéreo se mueve como una nube tóxica sobre tu cabeza acompañándote a cada paso que das. Dices que te gustaría soplar hacia el aire y que tus labios imaginasen un viento purificador que mandara esa nube lejos de ti, tan lejos que nunca más pudiera amenazarte. Pero aunque no quieras admitirlo, esa nube que sobrevuela tu camino la has creado tú, y ahora te envenena, cada vez que te levantas de la cama y sales a la calle, entonces empiezas a oír esas voces que se introducen en tus oídos y que parecen esperar siempre una respuesta. Dices que es el precio que pagas por soportar a la humanidad que tanto te desagrada, por asumir sus réplicas prepotentes, por darte con muros sordos que poco a poco van minando cualquier indicio de esperanza en el ser humano.
Dices que te gustaría cerrar los ojos y verte caminando, bajo una noche oscura, sabiendo que a la mañana siguiente no escucharás esas voces, ni verás ningún rostro que pueda recordar tu desconfianza y escrupuloso temor.
Luces de colores, apoya tus ojos misteriosos, ábrelos, siéntete libre de nuevo, recupera la inocencia que te hacía no perder tu buen humor y descubrir cada día la vida, recupera ese sentimiento de aislamiento que te permitía mirar a la muerte con valentía..., porque ahora todo se nubla y has de estar preparada, has de luchar contra esa nube que carga sobre ti todos sus malos presagios y se vuelve cada vez más oscura, tanto que a veces se camufla en tus pensamientos queriendo hacerte sentir lo que nunca quisiste llegar a ser.
Así que, mejor que apagues tu mente, que nada te trastorne, que intentes que todo te afecte lo menos posible hasta que un día tengas la decisión y el valor de mirar sobre tu cabeza, agarrar fuertemente esa nube que te intoxica y guardarla cuidadosamente en algún lugar dentro de tu cabeza donde no te haga más daño, donde simplemente se convierta en un recuerdo que se amontone con otros y del que sólo puedas extraer algunos rostros, algunos paisajes, algunas sensaciones que puedan ser integradas en tu memoria sin dañar de forma definitiva tus propias percepciones.
"Escribimos para justificar nuestra existencia y comprar un billete de lotería para la inmortalidad que, por supuesto, nunca resultará premiado" Elliott Murphy
sábado, 13 de mayo de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario