Hay días que parece que el mundo se confabula contra los inocentes, contra los que dejan vivir y sólo quieren desconectarse de esos rostros afilados cuyos aspavientos delatan su convencimiento de sentirse especiales y creerse haber sido bendecidos con la eternidad. Son días en los que necesitas una voz, que aunque nadie escuche, te haga vislumbrar que esos rostros se difuminarán cuando se miren en el espejo y los cristales se rompan en mil pedazos sobre sus caras, así que mejor que te protejas, que cuides de los tuyos y que fabriques una máscara de indiferencia ante los que provocan dolor y forman círculos de egoísta crueldad.
Y cuando esa necesidad surge, también puede asomarse algún descubrimiento que te hace sentir especial porque surgen de tu propio desconocimiento, y que te ayudan a relajar esa sensación de mundana terrenalidad. En este caso se trata de dos músicos, dos discos, dos hallazgos que han llegado a mí en estas últimas semanas. El primero es de un tipo llamado Jerry Ledger y se titula "Nosense And Heartache", un disco doble que llega desde Canadá, dieciocho canciones en las que el blues, el country y el mejor rock americano se alían para dejar en entredicho a otros grandes artistas y demostrar que aunque parezca que ya estaba todo dicho en el terreno por el que se mueve Jerry Ledger, todavía se puede decir mucho cuando las canciones son buenas, hay una excelente producción, y sobretodo cuando hay ganas y talento para querer crear algo que verdaderamente perdure en el tiempo.
El otro nos llega desde Texas, se trata de Rich Hopkins And The Luminarios y se titula "My Way Or The Highway", éste es su decimosexto álbum y tampoco hay canción mala a pesar de su variedad, todo lo contrario, cada una se complementa con la otra. Rich Hopkins recoge todas las influencias del Nuevo Rock Americano de los 80s, con Lou Reed, Tom Petty y Neil Young y los clásicos del rock pululando por sus canciones y con una especial atención a las guitarras que en muchas ocasiones se alargan y se retuercen como si tuvieran vida propia. Un disco que con todas sus influencias clásicas suena también muy actual.
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