"Cinco discos para recordar un mes (Enero 2020)"

No sé si tendré tiempo ni ganas de hacer esto todos los meses, pero lo vamos a intentar. Elegir discos sirve para ordenar las ideas y enfrentar tus dispersadas escuchas a un análisis que en determinadas circunstancias suele ser una pérdida de tiempo, porque aunque lo que no se escribe a veces no existe, lo que sientes cuando escuchas una canción suele ser complicado de expresarlo en palabras. Pero lo cierto es que también me produce satisfacción recolocar ese armario virtual que es mi mente, así que intentémoslo, reduciré la velocidad y comentaré o no los álbumes reseñados y los olvidados injustamente, pero de momento ahí van cinco discos para recordar un mes...

1) Marcus King - "El Dorado": Primer disco en el que Marcus King parece ir por solitario, está producido por Dan Auerbach y la fiera parece un tanto aplacada, lo que demuestra lo grande que puede ser este tipo si sigue explotando todas sus cualidades y no deja avasallar su talento por el Mainstream. Marcus King lo tiene todo: juventud (23 años), una voz profunda que explota su alma y por si fuera poco toca la guitarra prodigiosamente. A pesar del pequeño bajón con respecto a su anterior largo, "El Dorado" es un álbum más que disfrutable con grandes canciones como: "One Day She´s Here", "Sweet Mariona", "Wildflowers And Wine" o "Too Much Whiskey". Este sí que tiene todo el mundo por delante.

2) DeWolff - "Tascam Tapes": El último álbum de DeWolff se podría considerar como una rareza en su discografía por la forma en la que ha sido concebido y producido. Según el trío holandés ha sido grabado con una grabadora tascam de la década de los 80s de cincuenta dólares, y las composiciones las han ido registrando durante sus giras en una furgoneta. A pesar de su corta duración y de los ritmos electrónicos, es un disco en el que siguen siendo reconocibles, así que nada que objetar. Que DeWolff experimenten y salgan victoriosos les hace dar un paso hacia adelante en su carrera; ahora veremos cómo se presentan esas canciones en directo de las que no dudo que estirarán dejándose llevar por ese rock psicodélico del que ahora mismo son referencia.

3) Drive-By Truckers - "The Unraveling": Otro disco más de una de mis bandas favoritas de este siglo y uno de los más esperados de este año después del gran álbum que fue "American Band". Se suele Recurrir una y otra vez a la figura de Jason Isbell que abandonó la banda en 2007 para dar por finiquitada la carrera de Patterson y compañía, pero discos como este "The Unraveling" demuestran que ambas carreras pueden y deben coexistir. Un disco que gana con sucesivas escuchas, ahí están la intensidad de "Armaggedon´s Back In Town" y de "Slow Ride Argument" o la profundidad de "Grievance Merchants". Sonido clásico para una banda clásica.

4) Brother Starling - "The Weight Of Change": A veces una portada deja entrever lo que puedes hallar dentro de aquel cartón, y yo a veces me dejo me dejo llevar. Me hice con este disco sin conocer a su autor y me he encontrado un gran álbum que se podría incluir en el amplio espectro de lo que se denomina "americana". Grandes temas como la inicial "Cobbled Streets", "Stronger", "Twenty Years" o "The Air"..., solo hay que dejarse seducir por su voz.

5) Destroyer - "Have We Met": Sintetizadores, cajas de ritmo..., en un principio el último álbum de Dan Bejar no me llamó mucho la atención pero lo cierto es que de todos los discos de Destroyer siempre he sacado alguna composición redonda. Todo comienza con los seis minutos de "Crimson Tide" (un tema que puede recordarnos a The War On Drugs"),  que junto a "The Raven" y "The Man In Black´s Blues" son las canciones que más me gustan, pero cada tema, cada punteo de guitarra, cada sintetizador está en su justo lugar, un disco que gana cuando se le presta atención.

¡EXTRA RECORD!... Bill Fay - "Countless Branches":  He de reconocer que de primeras me dejo un tanto frío, y no porque no intuyera como sonaría el disco, sino porque las canciones y el ritmo en un principio no me transmitieron, seguramente porque estas composiciones necesitan su tiempo y su lugar para ser plenamente disfrutadas, y así sucedió, una tarde de lluvia enchufé los cascos, y fue en ese momento cuando la voz de Bill Fay me recordó que mis sentidos a veces son muy torpes o que no siempre se puede juzgar un álbum por una primeriza percepción. Si descontamos los Bonus Tracks, son diez temas que se han de escuchar como el que contempla un cuadro, sin prisas, sin necesidad de que el tiempo avance. Sentimiento y canciones:"How Long, How Long", la emotiva "Your Little Face", "Time´s Going Somewhere" con ese piano que transmite una serenidad capaz de aplacar tus pensamientos, "Filled With Wonder Once Again" o ese final con la emocionante "One Life"..., en definitiva, una maravilla.

Y para acabar, y antes de que esto se me vaya de las manos, citaré tres discos más que merecen ser recordados porque me sonaron de lujo durante este primer mes de 2020: Desde Georgia, The Futurebirds y "Teamwork"; el sonido americano de Stories Of The West y su álbum "Maybe That´s Good For You"; y el powerpop de The Suistesixteen y "Mine Would Be Me Sound". Hasta el mes que viene..., o no.