Yo con Tom Petty tengo mi particular verano del 89 en el que su disco "Full Moon Fever" acompañaba mis escapadas nocturnas y me despertaba a mediodía para ver el mar y curar mis resacas con la compañía de aquellos amigos que son tus mejores aliados cuando todavía no has cumplido los veinte y el mundo es tan abarcable que hasta te lo puedes fumar. El otro día cuando me enteré de su muerte por el whatsapp, y seguramente motivado por ese sentimiento de fragilidad que se nos instala en el cuerpo cuando alguien al que has admirado desaparece, busqué entre mis cosas aquella cinta de cassette..., fue verla y sentir como si fuera mi tiempo el que también se esfuma y que aquellos a los que considera intocables como David Bowie, Lou Reed o ahora Tom Petty se llevan sus cuerpos dejándonos no sólo sus canciones sino también los mismos recuerdos que marcaron nuestro tiempo y algunas de nuestras decisiones de juventud, por eso tenemos la infinita sensación de que algo debería de ser eterno, de que esos "amigos" deberían ser inmortales y así de paso nuestros pequeños mundos no tendrían miedo a derrumbarse.
Otro de mis encuentros de juventud con Tom Petty y sus Heartbreakers se produjó cuando vi por televisión el concierto de Bob Dylan con ellos en Australia titulado Hard To Handle. Algunas de las mejores versiones de "Like A Rolling Stone", "Just Like A Woman" o "Knockin´On Heaven´s Door" estaban ahí, en ese dvd, además de engrandecer canciones como "I´ll Remember You" o "Lenny Bruce". Años después, Tom Petty agarró una de las muchas canciones del maestro y en su propio homenaje la hizo suya, viendo aquella actuación confirmé que aquel tipo de melena rubia al que tan bien le sentaban los sombreros era ya una leyenda. Esa canción era "License To Kill".
Tom Petty era y será uno de los nuestros mientras sigamos levantando copas por este mundo, así que muchas gracias por todos estos años "amigo".
No hay comentarios :
Publicar un comentario