Sólo quería dedicarle unas palabras a este hombre que murió
el 23 de Septiembre a la edad de 68 años, el mismo día que Bruce Springsteen los
cumplía. Quizás no merezca la repercusión de otros genios que nos van
dejando con carreras más extensas pero no deja de representar el sueño
del rock. Charles Bradley nunca alcanzó el éxito como otros soulman:
James Brown, Otis Redding (¡Qué pronto se fue el maestro!), Sam
Cooke...etc, esta vez el sueño americano no se cumplió y como suele
pasar cuando naces en un entorno de pobreza sueles quedarte estancado
buscándote la vida para poder comer y vivir, y así hizo este hombre con
alma de cantante, buscar curros precarios que le permitieran tirar para
adelante. Con 50 años consigue un trabajo de imitador de James Brown
hasta que más tarde alguien se fija en él y le ofrece la oportunidad de
grabar un disco, y zas, con 63 años consigue su sueño, a partir de ahí
se lanza su carrera y es habitual verle por Europa en festivales y dando
conciertos agradeciendo y sintiéndose afortunado de poder estar encima
de un escenario que solía abandonar para abrazar a su público.
A
Charles Bradley se lo ha llevado el cáncer, pero antes tuvo la
oportunidad de vivir un sueño que debería haber durado unos años más,
todo un ejemplo y una lección de que la vida más emocionante proviene
del alma a pesar de que la vida real la aprisione..., puro Soul.
"Escribimos para justificar nuestra existencia y comprar un billete de lotería para la inmortalidad que, por supuesto, nunca resultará premiado" Elliott Murphy
domingo, 15 de octubre de 2017
Charles Bradley (1948-2017). El pequeño triunfo del alma
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