lunes, 8 de julio de 2019

The Waterboys, Jardines del Botánico, Madrid 30/06/2019

Anochecía en Madrid y los rostros que se movían por el recinto del Botánico todavía intentaban esconderse de ese sol de verano que invita a beber cerveza y picar algo antes de enfrentarse a la nostalgia. Pasadas las nueve apareció sobre el escenario Paul Carrack, y he de reconocer que dio un concierto muy profesional apoyado en una gran banda  y que se le vio con muchas ganas. Interpretó temas de su último disco que al parecer verá la luz en breve, algunas canciones que compuso con Mike & The Mechanics como ese "Over My Shoulder" que rejuveneció a muchos de los presentes y que sirvió para concluir el show, así como varias composiciones de su extensa producción como esa maravilla que es "Satisfy My Soul". Además, también apostó por algún cover: "Love Will Keep Us Alive" de los Eagles o la estupenda "When You Walk In The Room" que a mí me sonó un tanto plana.

Seguramente la presencia de Paul Carrack hizo que el concierto de los Waterboys fuera más corto, sin embargo a Mike Scott se le vio muy enchufado desde que pisó el escenario, abriendo con dos temas del nuevo disco: "Right Side Of Heartbrek" y "Where The Action Is" que ciertamente sonaron muy bien y la clásica "All The Things She Gave Me"..., un gran comienzo que sirvió para meter al público de lleno en el concierto. Más tarde sonaron entre otras: "A Girl Called Johnny", en una interpretación magistral con un Mike Scott desbocado al piano, al igual que "Nashville, Tennessee" de su anterior disco que esta vez alcanzó los honores de canción perdurable dentro del inmenso repertorio que tiene el grupo.

Y con el concierto ya lanzado, Mike Scott decide parar el tiempo y ofrecernos uno de esos momentos solo al alcance de los más grandes..., la noche cubre el escenario, y de este aparecen alumbradas las figuras de Steve Wickham con su inseparable violín y la de Mike Scott sosteniendo su guitarra acústica, ambos se dan el "sí" y se lanzan a interpretar una maravillosa versión acústica de "The Pan Within" que nos hace levitar, y deseamos que nunca acabe, que nunca nos despierte ese mundo real que ellos han conseguido rendir a sus pies, y que ese viaje por debajo de la piel del que habla la canción sea tan eterno como la imagen de complicidad que nos devuelven esos dos genios.

Y aquí se podría haber dado por concluido el show, cuesta reponerse a esa intensidad, así que lo vino después, "London Mick", un tributo al guitarrista de los Clash, sonó intrascendente pero nos hizo prepararnos para "Medicine Bow", una improvisada versión de "At The Hop" y la mágica "The Whole Of The Moon" que esta vez explotó con todo su hechizo y que cerró un concierto intenso que dejó para el final la coreada e imprescindible "Fisherman´s Blues" y una versión de "Jumpin´ Jack Flash". De nuevo lo volvieron a hacer, y aunque sus últimos lanzamientos discográficos no hayan sido especialmente redondos, los defienden más que dignamente sobre el escenario, y si no, siempre les quedará ese enorme repertorio que fueron acumulando en sus mejores años, y la capacidad y las tablas para emocionar, divertir y crear la magia necesaria para que sus conciertos sigan siendo irrepetibles.

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