Mi primer encuentro con los Waterboys en directo fue en la sala Kapital en el año 2012, aquella noche dieron un concierto soñado, sobre el escenario Mike Scott y los suyos nos ofrecieron una explosión de magia y rock´n roll que se extendió durante una salvaje interpretación de "The Pan Whithin" en la que Mike Scott a la guitarra y Steve Wickman al violín nos brindaron uno de esos momentos que siempre recuerdas cuando haces memoria de los conciertos a los que has asistido.
Años después les vi un par de veces en la Riviera y de nuevo ofrecieron un par de intensos shows demostrando que sobre el escenario muestran la misma ilusión que en la década de los ochenta y que son una de esa bandas imprescindibles que, siguiendo su propio su camino con sus idas y venidas, representan lo emocionante que puede ser el rock cuando expresa liberación. Y por supuesto, hablar de Mike Scott es hacerlo de uno de esos genios capaz de elevar su música y sus composiciones sobre su propia persona.
El otro día, en un lugar no idóneo para sus directos o para cualquier concierto de rock que pretenda que haya interacción entre el público y la banda, los Waterboys regresaban a Madrid para presentar su último disco, y sobre éste basaron el recital que nos ofrecieron. En su creencia de que no se vive sólo de su pasado dieron fe de que creyendo en lo que se hace esas canciones pueden mostrarse mucho más sólidas cuando las interpretan en directo, además hay que reconocer que el sonido desde las butacas del teatro sonó de lujo y que la actitud tanto de Mike Scott como de toda la banda fue incluso más cercana que en otras actuaciones suyas.
Hicieron pocas concesiones a esos temazos que han ido acumulando durante tantos años de carrera, aun así pudimos escuchar una enorme versión de "A Girl Called Johnny", "All The Things She Gave Me", "Medicine Bow" o la maravillosa "The Whole Of The Moon" entre otras. De las nuevas destacaría "Do We Choose Who We Love" con la que abrieron el show, "Love Walks In", "Nashville, Tennessee", "The Elegant Companion" o "Didn´t We Walk on Water". Pero dónde se desinflaron fue en los bises, una sosa interpretación de "How Long Will I Love You" y una irreconocible, y en mi opinión desastrosa, versión de "This Is The Sea" nos dejaron con ganas de ver a esos Waterboys que juegan al límite sobre el escenario.
Los Waterboys se habían excedido en su último doble cd con temas que no deberían haber salido a la luz, y se excedieron en este concierto con el número de canciones que interpretaron de éste. En mi opinión todo hubiera sido más redondo si hubieran sustituido tres o cuatro temas de su último trabajo por algún clásico como "Fisherman Blues", "The Pan Within", "We Will Not Lovers" o "A Man Is In Love" interpretadas como acostumbran y no cómo sucedió con "This Is The Sea". También eché de menos que Mike Scott, más simpático que en otras ocasiones, se luciera más como guitarrista.
En resumen, un gran concierto, en un teatro cuyos asientos impidieron un contacto más real entre banda y público pero que sonó de maravilla, con muchas canciones del nuevo disco que ganaron en directo y algún clásico al que sin embargo le faltó una interpretación más pasional. Mike Scott y los Waterboys siguen su camino, se desplazan en función de lo que su líder quiere contarnos y cómo nos lo quiere contar, y no están anclados en su pasado como otros grupos que tuvieron también su mayor repercusión en la misma década que ellos, así que todo mi reconocimiento y mi admiración, seguiremos caminando juntos.
"Escribimos para justificar nuestra existencia y comprar un billete de lotería para la inmortalidad que, por supuesto, nunca resultará premiado" Elliott Murphy
jueves, 7 de diciembre de 2017
The Waterboys, Teatro Alcalá 20/11/2017
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