domingo, 2 de octubre de 2016

"Perdidos En El Diluvio" (El Destino de Abraham Cero)


Hace aproximadamente unos veinte años se me ocurrió la idea de que debería de crear un mundo al margen de mi cabeza para que mientras aquella fantasía fuera tomando forma yo pudiera relajar mis particulares costumbres diarias y de paso rastrear en los ocultos pensamientos que mantenían mi mente alborotada. Así que compré un cuaderno de anillas y empecé a escribir con la intención de que una vez finalizada aquella historia esta pudiera perdurar en el tiempo y que además se aproximara a los sentimientos de todos aquellos que se sentían solos y confusos o que se encontraban al margen de lo real.

Por aquellos años, los escritores con los que compartía noches de insomnio voluntario y escuchas radiofónicas nocturnas eran Bukowski, Kafka, Raymond Carver, Boris Vian...etc, recuerdo además saldar mi deuda con una colección de clásicos del terror que había ido coleccionando años atrás, y el placer de sentarme en la hierba del Retiro y empaparme en un par de sentadas "La Insoportable Levedad del Ser" (¡Qué gran título!) y "Los Renglones Torcidos de Dios". Pero además de los libros y el cine, mi medicación para desconectarme del mundo y enfrentar mis sueños con la vida real siempre ha sido a través de la música, del rock como fuente de resistencia y supervivencia, y ahí estaban también en mi cabeza sus grandes letristas: Bob Dylan, Lou Reed, Neil Young, Tom Waits...etc, y como no, Bruce Springsteen, del que me atreví a extraer el título de la novela de unas de sus canciones a modo de pequeño homenaje por su compañía y mi admiración, una novela que un principio había titulado "La Sangre en Silencio". Y por supuesto también estaba Van Morrison que, musicalmente me llevó a recrear parajes al ritmo de su música dejando que el tiempo pasara y la novela avanzara con todas sus contradicciones como si fuese la vida misma la que la estuviera dirigiendo, y como si los personajes tomaran aquel mundo ficticio como algo real hasta controlar su propio destino.

Una vez acabada, "Perdidos En El Diluvio" durmió en cajas, armarios y estanterías durante diez años, me olvidé de ella. Algunas veces me acordaba de aquellos personajes de nombres absurdos e innombrables que mi mente imaginó y que en muchos casos recogí de la calle intentando darles un lugar y crearles unos sentimientos. Años más tarde, la redescubrí entre mis manos, añadí un par de vidas más, suprimí alguna hojarasca, y disfruté reencontrándome con aquellas figuras creadas hacía tiempo a base de tachones e idealizaciones como si repasase los recuerdos de mi memoria perdida. Fue entonces cuando decidí que "Perdidos En El Diluvio" encontraría un lugar entre el olvido y la sobreexposición de internet, y fue entonces cuando le creé una nueva portada, maqueté aquellas páginas, y gracias a las posibilidades de la red pude darle una presencia a ese sueño de juventud que vivió durante muchos años en un armario.

Ahora que sé que nunca será la novela más influyente del siglo XXI, ni siquiera un libro para los que no leen libros, para mí, que no soy novelista, sobretodo significó mi particular paranoia sobre la soledad y un entretenimiento que también me sirvió para que durante un tiempo me mantuviera alejado de la realidad mientras imaginaba un mundo soñado. Porque igual que pasa con los hijos cuando se hacen mayores, hay creaciones que te hacen recordar un mundo lejano que un día viviste y que por unos instantes deseas rememorar. Y es que no hay nada más bonito que ver crecer a un hijo, y no hay nada más gratificante que poder agarrar un recuerdo con la palma de la mano.

Así que, aquí dejo el link donde se puede comprar en formato físico a precio de coste de impresión en Amazon. Según dicen, ahora solo me queda en la vida plantar un árbol para morir tranquilo,... algún día.

https://www.amazon.es/Perdidos-En-El-Diluvio-Destino/dp/1717913687/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1533297393&sr=8-1&keywords=adrian+jimenez+roman


4 comentarios :

  1. Leí esta entrada antes de leer el libro, pero cobra más sentido después de leerlo. A mí me ha gustado bastante: personajes deprimentes y divertidos al mismo tiempo, perdidos en un diluvio perenne. Es sensible y brutal al mismo tiempo, como cuando ves a un mendigo orinado y borracho y sientes pena. Un saludo, señor.

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  2. Muchas gracias, a saber que haría Abraham Cero con ese mendigo...

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  3. Tuve la suerte de leer el primer borrador de esta novela durante aquel tiempo en el que permaneció dormida en los cajones, aunque su autor siempre lo ha dudado. Ahora me toca releerlo y descubrir la evolución del personaje, y así adentrarse un poco más en el retorcido infinito de la mente de su autor, mi amigo. Gracias Adri.

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    1. Pues muchas gracias amigo, nunca he dudado de ti, bueno sí, cuando bebes mucho... entonces he dudado muchísimo de ti, jajá, un abrazo.

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